Al rico descuento {Libre}

por **Solveigh I. Hölland** Mar Nov 10, 2009 2:27 am

Con las manos sobre el carrito recorre los pasillos del supermercado mirando los productos que necesitaba, ojeando de vez en cuando la arrugada lista de la compra que llevaba en una mano. Siempre escribía lo que tenía que comprar, si no se olvidaba y al llegar a casa se le quitaban las ganas de volver a comparar precios, escoger el mejor producto y esperar media hora a que le atendieran en la caja. Así que, cuando iba al súper, prefería comprar a lo grande hasta que sus delgados brazos no pudiesen con el carrito, que ahora estaba bastante vacío.

Se paró en frente de los congelados, necesitaba patatas fritas para aquella noche en la que comían todos en casa, le habían dado el día libre a Walter, así que serían uno más en la mesa y eso requería el doble de comida. Como engullía aquel hombre... y seguía estando tan delgado como siempre. Ante aquella no pudo hacer otra cosa que sonreir, cogiendo una bolsa considerable que duraría aproximadamente una semana y poniéndola en el carro para seguir su caminata por el pasillo.

por **Isaac Schiavone** Miér Nov 11, 2009 1:12 am

Ciertamente el no tenia nada que hacer en aquel lugar. No sabia la razón por la cual había ingresado ni parecía interesarse por descubrirla. Dejo su dormitorio y su guitarra a solas, las calles de Oklahoma lo estaban llamando. Y el debía acudir. Excusa barata que utilizo solo para convencerse a si mismo, de que debía abandonar la habitación y dar una vuelta. Casualmente había terminado en el supermercado. Suspiro resignado. Entre sus manos dejo quieta una barra de chocolate, a medio terminar. Unos segundos atrás, no había logrado contenerse y el resultado era ese. El, ingiriendo un alimento gratis. Era mas que seguro, que el italiano acabaría tomando una de esas.

Dio una mordida a la barra antes de darse cuenta, de que a su lado, había pasado una cabellera dorada conocida, demasiado conocida a decir verdad. Dejo a un lado el chocolate, sin saber bien a donde había ido a parar. Y movió sus pies de su actual lugar hasta aproximarse a la joven de cabelles rubios, para comprobar que era quien el creía. Tal y como esperaba su sospecha era correcta. Sonrío levemente. Ella acababa de cargar el carro con una bolsa y seguro ahora seguiría su recorrido. Encogió sus hombros, dejando ambas manos en los bolsillos de su pantalón negro. Dispuesto a seguirle, con cautela y sin que ella, aun se diera cuenta de su presencia, pretendía no hacerle saber que el estaba ahí.

por **Solveigh I. Hölland** Miér Nov 11, 2009 1:25 am

En la lista podía haber tranquilamente más de veinte nombres escritos con una caligrafía casual, rápida y caracterizada por su apariencia cursiva y femenina: La letra escurridiza de Solveigh minutos antes de arramplar con el bolso, bajar las escaleras como si de una maratón se tratase y cogiendo su bicicleta para recorrer las manzanas que había desde su casa hasta el supermercado más cercano.

Con un disimulado caderazo hizo que su bolso terminase por delante de su cuerpo. Introdujo la mano en un bolsillo, sacando un lápiz para tachar la primera palabra de la lista, que respondía al nombre de 'Bolsa de patatas'. Pues bien, tachado aquel nombre guardó el lápiz y arrugó aún más la lista en sus manos, no sin antes memorizar la siguiente palabra; Leche y cereales. ¿Qué haría la rubia sin su preciado desayuno? Pues nada, así de claro.

Caminaba con lentitud por los pasillos, no tenía prisa y quería mirar con detenimiento la mayoría de los estantes de comida, por eso de permitirse algún que otro capricho y ganar algo de peso, que últimamente estaba más que en los huesos. Por eso no se dió cuenta del moreno que había comprobado que, efectivamente, la conductora profesional de carritos de la compra era Solveigh.

por **Isaac Schiavone** Miér Nov 11, 2009 1:55 am

Se pregunto si tal vez estaría permitido fumar dentro. No asistía mucho a lugares como aquel y en realidad nunca preguntaba si estaba bien o no. Saco de su bolsillo la caja de cigarros, sus manos no demoraron mucho en coger uno de ellos y llevarlo hasta sus labios. Un vicio que no habría de quitarse con facilidad, principalmente porque Isaac no deseaba terminar con el. Guardo la caja nuevamente en el bolsillo de su pantalón y antes de sacar el mechero, y ver como Solveigh hacia un nuevo movimiento. Leyó en una esquina, adherido a la pared, un letrero bastante especifico que indicaba: Prohibido fumar. Y en este, el típico dibujo que solían colocar a escritos de esa índole. Negó suavemente y acepto que en ese lugar no estaba permitido y por ende debía dejar el tabaco para después.

Cuando vio que el carro de la rubia y ella comenzaban a avanzar, le siguió al mismo paso. A una distancia cercana, pero prudente. Considerando que ella no parecía tener ningún conocimiento de que el estuviera ahí, tatareo una suave melodía, en tono bajo, sin descuidar su tarea: el seguir a su compañera.

por **Solveigh I. Hölland** Miér Nov 11, 2009 2:08 am

Prosiguió con su compra, moviéndose con fluidez entre pasillo y pasillo a medida que las palabras sin un raya por encima en su lista disminuían y la cantidad de productos que podían apreciarse en su carrito aumentaban.
No le aburría hacer la compra, es más, era una cosa que podría gustarle, no le veía el toque aburrido o monótono. Aunque quizás en eso influyese el hecho de que ella no veía nada aburrido, siempre era capaz de sacarle la diversión incluso hasta el hecho de contemplar la lavadora girar una y otra vez, pero sin malinterpretar; ella nunca se había parado a mirar las vueltas y vueltas que daba su ropa en aquel agujero de metal.

Una musiquita a sus espaldas hizo que detuviese el paseo con naturalidad, como si se estubiese parando a coger una bolsita de galletas para perror, y en efecto, quería comprarle algunas golosinas a Peanut. Pero mientras miraba por el rabillo del ojo, encontrándose con una mata morena de pelo rebelde proveniente de una figura bastante conocida. Sonrió para sí, dibujando aquella perfecta y risueña sonrisa después en sus labios, elevando hacia arriba las comisuras. Giró su cabeza, mirando directamente a Isaac y metiendo la bolsa en el carro, apoyándose en él después.
- Caray, no sabía que te dedicabas a ser mi guardaespaldas -dijo, fingiendo sorprendimiento a medida que fruncía el ceño con una sonrisa, realmente divertida.

por **Isaac Schiavone** Miér Nov 11, 2009 2:39 am

El mismo joven que hace un rato no sabia para que había entrado en el supermercado, ahora tenia un repentino motivo. El podría haber ido directamente hasta Solveigh, se hubiese evitado los pasos de mas, y la habría saludado como la gente común solía hacer. Pero el mismo se consideraba demasiado anormal como para ir. Lo rutinario le agobiaba y no era –para nadie- un secreto.

Continuaba tatareando, sin darse cuenta de que su voz había subido algo de tono, lo suficiente para que fuese oído por alguien que estuviera cerca. El italiano se detuvo, cuando la rubia se giro. En sus facciones se reflejo la frustración, al ver su plan descubierto. Y mas aun, al saber que posiblemente el mismo lo había provocado. “Tu querías tatarear Isaac, ahí tienes el precio.” Le reñía su consejera mental. Sonrío, al fin. Con algo de picardía en sus facciones. – Ahora lo sabes. – Añadió con su voz ronca y traviesa. – Considera que estas muy joven para salir sola y alguien tiene que cuidarte. – Comento luego, sin perder aquel tono de voz. Solveigh tenia la misma edad que el, sin embargo el trataba a las mujeres que parecían menores, como tales. Aun cuando ella era su mejor amiga, eso no cambiaba nada.

por **Solveigh I. Hölland** Miér Nov 11, 2009 2:56 am

Observa la lista de la compra mientras le escucha, contando las cosas que le quedan por comprar, que serán tres o cuatro. Las memoriza y eleva el mentón, mirando a Isaac a través de aquellos ojazos marrones que lo transmitían todo sin necesidad de que Solveigh tuviese que hablar.
- Pues si que tienes que quererme para trabajar gratis -bromea cogiendo un par de latas de carne para perros, a continuación se mueve un par de pasos a la derecha, estirándose hacia arriba para intentar coger una bolsa con pienso. Pero no la alcanza, sólo consigue rozarla con los dedos. Apoya el pie izquierdo en las ruedas del carrito, sujetándose al borde de la cesta metálica del mismo para impulsarse hacia arriba y capturar la bolsa. Al final lo consigue, eran muchos años de práctica intentando llegar a alturas insospechadas mirando su altura, pero en fin, siempre conseguía su próposito.
- Pero bueno, ahora ya te tengo a tí como acompañante. No hay preocupación, ¿verdad? -comentó volviendo a centrar su atención en el moreno ya que antes estaba ocupada perfeccionando la 'dieta' de su cachorro.

por **Isaac Schiavone** Sáb Nov 14, 2009 4:21 pm

Encogió sus hombros, disimulando una sonrisa, Solveigh tenia razón. Llevo una de sus manos hasta su rostro, quitando unos rebeldes cabellos que caían en el, y molestaban su vista. Siguió la hazaña de la rubia por coger el alimento, llevando ahora una mano a su cuello y auto-masajeándolo. – No se. – Respondió curvando sus labios a un costado. – supongo que si, pero quien sabe. – Bromeo. Con el nadie estaba seguro, y es que Isaac podía ser realmente descuidado si se lo proponía. Aun recordaba, la vez en que intento cuidar de una niña, necesitaba algo de dinero y aquel reto, le había parecido perfecto. Un poco de alimento, y una salida al parque, creyó que seria suficiente. No contaba claro, que en el mismo parque se encontraría con un ex compañero de básica. Una charla y algo mas, basto para darse cuenta de que había perdido de vista a la pequeña. Por supuesto, la encontró una hora después. Aunque se confirmo a si mismo, de que nunca seria bueno cuidando de alguien. La diferencia estaba en que Solveigh no era una niña ya. Arianne debía estar igual que ella.

- Y bien, continuemos. Compra y yo te sigo. – aclaro, antes de hallar una bolsa de apetitosas galletas, abrirla y llevar una a su boca. Posiblemente para el, venir al supermercado significaba comida gratis. No era la primera vez en todo su recorrido por este, en el que un alimento entraba a su boca.

por **Solveigh I. Hölland** Lun Nov 16, 2009 1:18 am

Guarda la lista en el bolsillo trasero de sus vaqueros, sujetando la camiseta que llevaba con ambas manos para estirarla hacia abajo, haciendo que llegase hasta el principio de sus muslos, pasando sin preocupaciones por su estrecha cintura. A continuación coloca ambas manos tocando su nuca, impulsándolas hacia fuera de manera que su larga melena rubia se moviese hasta caer por los hombros, alborotándose y cogiendo volumen.

Le escucha y sonríe, rodando los ojos ante el 'Pero quien sabe', y en efecto: Nunca sabías lo que iba a hacer Isaac, incluso era capaz de intentar conquistar a la carnicera sin más, así porque sí. Solveigh no pone oposición a su propuesta debido a que coge el carrito y camina entre los pasillos, repasando mentalmente los nombres restantes de la lista que ahora se encontraba en el bolsillo de sus pantalones, coge un par de cosas y se gira para comprobar que el moreno seguía ahí y que no se había escapado. Para su sorpresa sigue ahí, comiendo galletas que claramente no ha pagado. Mira a ambos lados en busca de alguna dependienta, se acerca al chico y mete la mano en la bolsita, cogiendo un par de galletas con los dedos para llevarse una a la boca y guardar la restante en su mano, sin aplastarla.
- Comparte, egoísta -le dice mirándolo de reojo después de haber masticado la galleta, regresando al control del carrito y dirigiéndolo de nuevo por el supermercado.

por **Isaac Schiavone** Miér Nov 18, 2009 12:00 am

Espero de pie, portando en una de sus manos la bolsa de galletas, que con descaro había comenzado ya a comer, sin pagar ni un solo peso. En su rostro se podían ver las facciones delicadas del italiano, y aquella singular sonrisa que conseguía curvarse mas hacia un costado, haciéndole ver mucho mejor. Aunque sin duda, el encontrarse hay, con una bolsa de galletas para niños, y verse así mismo comiendo de ellas, le quitaba seriedad a su apariencia, siempre traviesa. Isaac se divertía, a su manera, lo hacia. Hacia su trabajo como guardaespaldas tan perfectamente que incluso parecía no ir con ella. Se dedicaba simplemente a seguir a Solveigh y comer. Eso le gustaba.

Frunció el ceño ligeramente cuando vio venir la mano de la rubia, acercarse a sus galletas, en una actitud, como bien había dicho ella, egoísta. Pero que no dejaba de ser infantil. Quizá demasiado para tratarse de el. Pero se encontraba con su mejor amiga, y se sentía demasiado cómodo para no hacerlo, después de todo, era ella. Volvió a llevar a su boca el alimento, mientras se disponía a avanzar nuevamente. - ¿Qué piensas hacer después? – Pregunto repitiendo su movimiento anterior. – Me refiero a… luego que termines la compra. – Aclaro, sin dejar de vaciar la bolsa, a medida que avanzaban. El no tenia planes luego, tocar su guitarra, tal vez. Quizá la rubia quisiera hacerle algo de compañía, si es que no tenia ya un panorama. De todas formas, el planeaba no volver aun.

por **Solveigh I. Hölland** Miér Nov 18, 2009 1:46 am

¡Uy, pero si ya había terminado de hacer la compra! En parte se sentía desilusionada, le había llevado menos de lo esperado, la próxima vez iría a paso de tortuga para que pudiese aprovechar más el tiempo. Terminar antes la compra significaba, claramente, volver antes a casa. ¿Pasear a su perro una y otra vez por el parque hasta que no pudiese ni mover el rabo? Pues quizás, el caso es que por ahora aún le quedaba la larga espera de la cola, y por lo que veía la dependienta de turno no era demasiado hábil, aunque podía ser más lenta.
- Pues no sé, supongo que iré a dejar las bolsas a casa y quizás sacar a pasear a Peanut, que debe estar impaciente -comentó rodando los ojos, aquel cachorro nunca se cansaba, y la que terminaba agotada siempre era ella puesto que tenía que pasearlo tres veces al día. Pero ya lo pasearía el doble de tiempo por la noche, decansaría en alguna terracita y el resto de lo que le quedaba de día se le pasaría, como quien dice, volando.
- ¿Tú que vas a hacer? -preguntó girando su cabecita, asomándola entre los mechones rubios de pelo que se agolpaban en sus hombros sin dejarle mucha opción para mirar por encima de ellos. Cabía la posibilidad de que Isaac no tuviese que hacer nada, en ese caso podían ir a dar una vuelta juntos o ella que sabía, terminaría por ocurrírsele algo. Como siempre.

por **Isaac Schiavone** Sáb Nov 21, 2009 2:43 am

La ultima galleta de la bolsa. Si, esa había sido la ultima galleta que el italiano había probado antes de llegar a la cola. Suponía entonces, que mas tarde y si es que aun seguían en el supermercado sacaría alguna golosina. Escucho la respuesta de la rubia, depositando una suave sonrisa en sus labios al ver su expresión. El jamás tendría mascotas. ¿Qué haría el luego? Francamente solo iba a tocar la guitarra, no había plan alguno. Pues los planes le salían conforme la ocasión. Le sonrío, enternecido. Definitivamente Solveigh le recordaba su hermana, a Arianne. Evitar no sentir un sentimiento de sobreprotección con ella, le era imposible. Acaricio con el extremo de su dedo la mejilla de ella, afectuoso. – Ni idea. No hay planes. – Respondió, terminada su caricia.

Le asustaba llegar a pensar en Arianne. Sabia que con exactitud, ella ya no seria la misma. La posibilidad de que su hermana no fuese mas, la joven tierna y asustadiza, con la que había compartido era mas que probable. Por ello pensaba en Solveigh como si fuese la misma. La que el quería ver, claro. Sin embargo, Solveigh no era su hermana. Debía convencerse de eso. Se volteo a observar la cola, que avanzaba cada vez mas. - Puta espera. – Murmuro entre dientes. Bajo. Girándose nuevamente hacia la rubia.

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